Sus Pinturas

MI SUEÑO ERA SER PINTOR

Soñó con ser pintor

Nelly Arrobo Rodas

“Acababa ya la escuela y como todo niño debía escoger qué hacer con su vida. Su clara inteligencia era una muestra grande de que podría continuar los estudios secundarios. De otro lado su pueblo, que se distinguió siempre por ser pueblo de artistas, fue un medio que le invitaba a recibir una formación en una de las ramas del arte. A los doce años nadie tiene claro qué es lo que quiere hacer de su vida. Una familia pobre como la de Leonidas Proaño, no podía soñar en grandezas… los recursos modestos… Quedó como hijo único después de la muerte en temprana edad de los hermanos que le precedieron, y su padre se prometió a sí mismo esforzarse al máximo con tal de que su “Eduardito”, como lo llamaban en casa, pudiera cumplir sus sueños…”

Un día lo sorprendí pintando el rostro de un hombre… Le pregunté: ¿a quién está dibujando? Me respondió que estaba buscando el rostro de su padre. No tenía una sola foto de él y me parecía escuchar en su corazón esa canción tan hermosa: “Busco, yo no sé que busco, creo que es un rostro que una vez perdí”.

Este obispo que quiso ser pintor, que guardó en su corazón ese sueño, que acariciaba con el alma tantos rostros sufrientes, nunca quiso traicionar a los pobres…